5 hábitos saludables en tu día a día
Una mala alimentación y la falta de actividad física se encuentran entre los principales factores de riesgo para la salud. Cada vez que hablamos sobre buenas prácticas para la salud, automáticamente pensamos en una buena alimentación y en la práctica regular de ejercicio físico. Aunque efectivamente, huir del sedentarismo y mantener una dieta equilibrada, es primordial para encontrarnos mucho mejor, no hay que restar importancia a otros factores que en ocasiones olvidamos, como la hidratación (la ingesta de agua también forma parte de nuestra dieta), el descanso y el cuidado de la mente.
Y tú, ¿prestas atención a estos 5 factores? En este post te damos algunas de las claves para interiorizar algunos hábitos de estilo de vida saludables, que te ayudarán a cuidar tu salud.
1. Buena hidratación
¿Sabías que el agua representa entre un 55%-60% del peso corporal de una persona adulta? Prestar atención a una buena hidratación, especialmente en niños y ancianos, es primordial. Aunque este aporte de agua se puede obtener de alimentos como frutas y verduras, se recomienda que el 80 % de este aporte, provenga directamente de la ingesta de agua.
Recuerda que lo mejor para combatir la sed es beber agua y que no hay que esperar a tener esta sensación para consumirla.
Pero si te cuesta beber agua, existen algunos alimentos perfectos para hidratarte como te recordamos en nuestro post “alimentos para hidratar el cuerpo” que te recomendamos que leas, si quieres profundizar sobre este tema.
Es importante recordar, que la sensación de sed se va perdiendo con la edad, por lo que es importante y necesario tener siempre agua a mano para poder dar pequeños sorbos que nos mantengan hidratados. Los niños y los ancianos pierden más agua por la piel que los adultos: por lo que es importante ofrecerles un vaso a menudo porque a menudo lo olvidan.
¿Cuántos litros de agua hay que beber al día? La respuesta varía en función de la masa corporal, el sexo y la edad, pero por lo general en adultos el consumo se sitúa entre los dos litros y los dos litros y medio en total (agua, bebidas, frutas, verduras, etc.).
2. Alimentación equilibrada
Como indica la Organización Mundial de la Salud, una dieta saludable ayuda a protegernos de enfermedades como la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.
Existen multitud de consejos para comer de forma más saludable, pero aquí van algunos de los básicos:
- Evitar la ingesta de alimentos procesados con alto contenido calórico: La ingesta calórica debe estar equilibrada con el gasto calórico. En este sentido, las grasas no deberían superar el 30% de la ingesta calórica total, limitando siempre el consumo de grasas saturadas.
- Aumentar el consumo de frutas y verduras. Sin olvidar las legumbres, los frutos secos y los cereales, preferiblemente integrales. De este modo podremos garantizar un correcto aporte de fibra a nuestro organismo mejorando nuestro tránsito intestinal.
- Controlar el tamaño de las porciones de los alimentos. Te recomendamos utilizar platos pequeños que te ayudarán a controlar mejor las raciones.
- Controlar el consumo de sal: las autoridades sanitarias advierten de que la mayoría de la población consume demasiado sodio a través de la sal y ya ha lanzado diversas campañas para reducir su ingesta. Desde Aldelís estamos adheridos a la estrategia NAOS como parte de nuestro compromiso nutricional con la sociedad.
- Realizar actividad física. Caminar, subir escaleras, realizar algunos estiramientos en casa te ayudarán a cuidar tu cuerpo.
Consulta otros muchos consejos de comida sana en nuestra sección del blog de Nutrición y salud.
3. Respeta el descanso
El lema del Día Mundial del Sueño del 2019 era: “Duerme bien, envejece de forma sana”. Una frase que muestra la relevancia del descanso para la salud física y mental. En adultos es recomendable dormir entre 7-8 horas. En niños y adolescentes, debido a la etapa de crecimiento en la que se encuentran, estas necesidades se incrementan.
También hay que tener en cuenta que estas necesidades dependen de cada persona. En todo caso, para mantener un sueño de calidad, no olvides seguir algunas pautas básicas como:
- Establecer un horario regular para dormir.
- Evitar el consumo de bebidas estimulantes y de tabaco antes de dormir.
- Practicar ejercicio de forma regular, pero no antes de acostarse. Asimismo, no hacer un gran esfuerzo mental antes de echarse a dormir.
- Mantener una habitación bien ventilada y con escasa iluminación.
- Evitar las comidas copiosas antes de dormir. Opta por las cenas ligeras.
4. Practica deporte
Una dieta saludable no tendrá el mismo efecto si no tenemos un buen nivel de actividad física y un gasto de energía acorde con ella. Además de los esfuerzos físicos que realizamos diariamente, es recomendable introducir prácticas deportivas en adultos, al menos 150 minutos semanales si el ejercicio es aeróbico y de intensidad moderada o 75 minutos cada semana si se trata de una actividad más intensa. Si se aumentan estas actividades de forma moderada, los beneficios son todavía mayores, advierte la OMS.
5. Cuida tu mente
El bienestar mental y psicológico es uno de los grandes olvidados cuando hablamos de hábitos saludables. Sin embargo, como ya apunta la cita latina “Mens sana in corpore sano”, el equilibrio es importante tanto en el cuerpo como en la mente. Tratar de evitar el estrés y alejarse de hábitos nocivos, es un buen comienzo para cuidar tu mente y alinearla con un cuerpo sano. Deportes como el yoga o el pilates, te pueden ayudar a establecer este equilibrio. El Mindfulness también es una de las actividades que te recomendamos conectar cuerpo y mente.
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