EL VALOR NUTRICIONAL DE LA CARNE DE AVE

EL VALOR NUTRICIONAL DE LA CARNE DE AVE

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), una buena nutrición debe incluir una dieta suficiente y equilibrada combinada con un ejercicio físico regular que contribuya a una buena inmunidad y garantice nuestro desarrollo físico y mental, reduciendo nuestra vulnerabilidad a las enfermedades. En esa dieta equilibrada, la ingesta de proteínas para un adulto medio debe suponer al día entre un 10% y un 15% del aporte calórico total, según la Fundación Española de Nutrición. En este sentido, recomiendan que esta ingesta sea con proteínas de alto valor biológico como la carne y el pescado.

 

Concretamente, la carne blanca, como el pollo o el pavo, además de aportar proteínas de alto valor biológico, apenas tiene grasas saturadas, lo que la convierte en un alimento altamente saludable. Por ejemplo, una pechuga de pollo o pavo puede aportar entre el 46% y el 49% del valor diario de proteínas que necesita un adulto medio. En definitiva, este tipo de carne, además de ser una importante fuente de proteínas, lo es de vitaminas del grupo del complejo B como la B1, B3, B5, B6, biotina, B12 y de minerales como el fósforo, el potasio, el magnesio, el hierro y el zinc. Además de ser un alimento ideal en las dietas hipocalóricas por tener muy poca grasa y por su alto contenido en agua, la carne de ave es un alimento muy indicado para deportistas, porque ayuda a recuperar masa muscular, restaurando los tejidos dañados durante un entrenamiento.

 

También ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y estimula el sistema inmunológico. Asimismo, es idóneo para niños y ancianos por su fácil digestión. Por todo lo anterior, desde la Asociación de Dietistas-Nutricionistas de Madrid (Addinma) indican que el consumo recomendado de carne de ave sin piel es de 3-4 veces a la semana, con un tamaño de ración de unos 125 a 150 gramos. Y es que además de sus beneficios nutricionales, la carne de ave destaca por su sabor y la versatilidad de su preparación