Como tantos otros métodos de conservación, el adobo se empleaba en su origen para alargar el tiempo de consumo y agregar sabor a las carnes. Y aunque ahora ya no sea necesario utilizarlo como antaño, el adobo está muy arraigado en la cultura culinaria tanto de España como de América, y seguimos disfrutando de la carne en adobo en todo tipo de recetas. Además del cerdo, como acabamos de ver, una de las carnes en las que más se utiliza esta técnica culinaria es la del pollo, especialmente para hacerlo al horno y en sus alitas y pechugas. ¿Has probado ya nuestras recetas?